ESPINACA, RECETA.





Hasta hoy en día, los botánicos y expertos no han precisado de dónde es nativa esta verdura. Unos dicen que fue cultivada, originariamente, en Persia. Otros afirman, que las plantas más primitivas o silvestres se hallan en el sudoeste asiático. Al parecer, los primeros en cultivarla fueron árabes y persas, hace 2 mil años. Los árabes la llevaron a España en el siglo XI, y su cultivo se propagó por toda Europa alrededor del siglo XV. No hallé registro sobre cuándo fue llevada y/o cultivada, por primera vez, en Venezuela, pero forma parte en muchos hogares venezolanos, hoy en día.

Es rica en vitaminas A y E, yodo y varios antioxidantes. También contiene bastante ácido oxálico, por eso se recomienda consumirla con moderación. Sin embargo, es muy apreciada por su elevado valor nutritivo y por su abundancia vitamínica.

Por otra parte, es un alimento bastante económico y, por lo general, se halla fresco en los mercados. Sus hojas se pueden consumir crudas, en ensaladas y en batidos juntamente con pepino, piña, tomate, celery (apio España), etc. Fácil de cocinar, pero es muy importante no someterla demasiado tiempo al fuego, ya que pierde parte de sus propiedades. También se emplean como entrantes o guarnición de platos principales en forma de pudines y mouse; en cremas, sopas, salsas para pastas (como pesto), curry húmedo, guisos, etc.

Nota: Para conservar espinacas en la nevera por pocos días, o congeladas. Una vez deshojadas y lavadas, se colocan en una olla, tapadas y se cocinan a fuego muy lento, durante unos 7 minutos. No hace falta agregar agua, pues su propia humedad y el agua que quedó en las hojas, después de lavadas, es suficiente para cocinarlas. 


Crema de espinacas:

Ingredientes:

1 Mata de espinaca, previamente deshojada, lavada y escurrida; 2 cucharadas de mantequilla o 2 de aceite de maíz, oliva, o canola; ½ cebolla mediana cortada en cuadros; 1 diente de ajo pequeño cortado en trozos (opcional); 1 papa grande pelada y cortada en cuadros o ruedas; 2 tazas agua bien caliente; pimienta negra recién molida, al gusto; ½ cucharadita de sal marina o gruesa.

Utensilios:

1 olla de acero inoxidable de unos 3 litros de capacidad, con su tapa; 1 licuadora; 1 colador.   

Preparación:

1. En la olla de acero inoxidable, a fuego mediano, calentar la mantequilla o el aceite. Agregar la cebolla y sofreír hasta cristalizar.

2. Después, agregar el ajo y la papa; sofreír, revolviendo poco a poco, durante 1 minuto.

3. Luego, Agregar el agua caliente, la pimienta y la sal; tapar la olla y cocinar a fuego mediano durante 10 minutos o hasta que la papa ablande.

4. Inmediatamente, incorporar las hojas de espinaca en la olla, revolver todo con cuidado y tapar, nuevamente. Bajar el fuego al mínimo y cocinar durante 5 minutos más. Apagar el fuego, retirar de la hornilla y dejar enfriar un poco.

5. Una vez que haya perdido calor, se procede a batir la preparación en la licuadora. Se vierte el contenido en la licuadora, se tapa y se enciende el motor. Hay que mezclar la totalidad, al menos, en dos partes o tres; no llenar el vaso de la licuadora porque la preparación sigue caliente, y tapada se concentra el vapor y puede causar un accidente. Funciona igual para todo lo que se vaya a licuar caliente, en una licuadora.

6. Por último, después de licuada toda la preparación, se cuela a través del colador. Se lleva de nuevo a la olla y se calienta un poco a fuego lento. Si falta brillo, agregar ½ cucharadita de mantequilla y revolver, mientras se calienta. Rectificar el punto de sal, si hace falta.

Recomendación: para adornar la crema antes de servirla, hornear o sofreír cuadritos de pan, mezclados con mantequilla y perejil triturados. ¡Buen provecho! 


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